En la naturaleza encontramos la vitamina E principalmente en aceites vegetales como el de germen de trigo, de girasol, en las nueces y en el maíz.
La vitamina E es nuestro principal antioxidante liposoluble. Neutraliza los productos intermedios del oxígeno que reaccionan fácilmente y que se presentan libres en los procesos respiratorios, denominados radicales libres. Estos radicales libres pueden anular las funciones de las células corporales, modificar su estructura albuminoidea y dañar los ácidos grasos de sus paredes, así como atacar las sustancias hereditarias. Cada célula debe superar diariamente un gran número de estos ataques. Este estrés oxidativo se produce por cargas ambientales, formas de vida poco sanas debido al consumo de tabaco o de alcohol, por la contaminación o las combinaciones halógenas, por radiación energética y también por esfuerzos físicos desmesurados. Para contrarrestar los ataques de los radicales libres, el cuerpo dispone de un sistema protector formado por enzimas antioxidantes. Sin embargo, los ataques exteriores son, con frecuencia, más fuertes que el sistema inmunológico del cuerpo. Los antioxidantes como la vitamina E refuerzan la protección celular, capturan y ligan los radicales, antes de que puedan alcanzar el núcleo de la célula.
La vitamina E protege las células del cuerpo contra síntomas de vejez prematura y proporciona una mayor capacidad funcional. Favorece la circulación sanguínea y el abastecimiento de oxígeno en todo el organismo. Contribuye a un mejor aprovechamiento energético y a la protección de las células contra el desgaste y el cansancio rápido.
La vitamina E también tiene efectos positivos sobre el metabolismo de la piel. Favorece la irrigación del tejido conjuntivo, le proporciona un aspecto relajado y liso y la hace más resistente. Por sus múltiples efectos positivos sobre los procesos del metabolismo celular y con ello sobre todo el organismo, la vitamina E contribuye a mantener la elasticidad física hasta una edad avanzada. Por esta razón, es muy importante para la salud y el bienestar ingerir la cantidad necesaria de vitamina E.